nada, pero por lo menos las escapadas hay que publicarlas.
La verdad que nos apetecía en Semana Santa hacer una ruta larguita, y aprovechar a dormir en el pueblo
que fuese, que así se disfrutan mas las escapadas. Asi que tras buscar por webs y foros, nos decidimos
por las Hoces del Duraton, y por Sepúlveda como pueblo de destino.
Nos estudiamos bien la ruta para evitar perdernos, y además pedimos el permiso necesario para hacer la
Senda Larga, que va desde el Puente de Talcano al Puente de Villaseca (un total de 24km ida y vuelta), a
eso le ibamos a añadir otros 4km mas o menos desde Sepulveda al principio de la ruta, ya que aunque
podiamos llevar el coche al inicio de la ruta ... si hemos venido a andar, que mas nos da un poquito
mas, y poder disfrutar la bajada a las Hoces. Y como no nos parecía mucho, incrementamos otros 4km, en
la visita a la presa de la molinilla, que se accede desde el puente de villaseca .....
La realidad es que fueron unos 28 a 30 km, o eso nos contó a nosotros el pulsometro.
Asi que salimos de Alcorcon a las 8.15, y sobre las 10 estabamos ya aparcados a la entrada de Sepulveda,
pues habiamos leido que era complicado aparcar, y asi es realmente. Desde alli fuimos a la Casa de
Interpretacion a recoger el permiso, y de alli, nos encaminamos en una bajada impresionante hacia el
comienzo de nuestra ruta.
Llegados al Puente de Talcano, comienza nuestra ruta, de una belleza increible, nada dura, bien señalizada sin posibilidad de
perdida, con un paisaje espectacular, siguiendo el rio Duraton, observando el paisaje, la naturaleza, las rocas, la fuerza del agua, los buitres, incluso alguna serpiente. Asi ibamos charlando algunos momentos, otros solo disfrutabamos del ambiente, porque salvo por algun ciclista, durante los primeros 10km no dimos con nadie (suerte y de la buena).
Así, a buen ritmo y sin parar ni una sola vez, salvo para las fotos, nos plantamos en el puente de
Villaseca .... la mitad de la ruta completada. Esa zona estaba llena de gente, primero porque hay un parking y se puede llegar en coche, otra porque es una zona
muy bonita del rio, con arenales donde sentarse y comer, y porque en medio de la nada hay un
chiringuito perfecto que repartia botellines a ritmo endiablado. Al llegar alli, es donde vimos una señal
para llegar en otros 2km a la presa de la Molinilla, recorriendo 4 o 5 cuevas, y como no estabamos
cansados seguimos para delante, aunque ya con el pensamiento mas en las cervezas que en la presa.
Con lo que esos 2km de ida y sus respectivos de vuelta fueron rapidos, y llegamos al chiringuito, un
tiempo buenisimo, 2 botellines helados, sentaditos a la sombra, con una olivillas .... era como el paraiso, alli estuvimos un buen rato recordando otros viajes y rutas, pero aun nos quedaban otros 12km de ruta ... y a pesar de que el corazon nos pedia a gritos otra Mahou, el sentido comun .... nos hizo echar a andar de nuevo.
A pesar de que cuando vas finalizando las rutas se suelen hacer mas largas, fue un ratito que como vas
entretenido, y la ruta va casi todo a la sombrita y es muy asequible, se nos hizo muy corto,
asi que sobre las 5 de la tarde, y tras una terrible subida entrabamos de nuevo en Sepulveda.
El pueblo hasta la bandera, encima Viernes Santo, pero muuuy bonito. Recogimos las cosas del coche, y
nos fuimos para un hotelito en el centro, que nos hizo el favor de reservarnos una habitacion para una sola noche. Duchita de rigor, pantalones cortos y a recorrer Sepulveda ... esta es una parte que me
gusta mucho cuando hacemos rutas de este tipo. Ya que por la tarde, nos dedicamos a conocer todo el
pueblo, todas las cosas que hay que ver, perdernos por sus calles, y conocer los bares que tiene, haciendo una seleccion para elegir donde cenar y tomando cervecitas o vinos para elegir con criterio. Y asi pasamos la tarde, acabandola a las afueras del pueblo, viendo atardecer sentados en el suelo con una heiniken.
Duchita de rigor, y a ver la noche de Sepulveda, con sus procesiones, y nuestra cenita, todo regado con un Pago de Capellanes espectacular, y al precio que tenian las copas del mismo,
pues estaba aun mejor, aunque cayeron tambien algunas de Ramon Bilbao ... Tras la cena, y un heladito, tocaba descansar y dormir que estabamos muertitos.
Madrugamos bastante, vimos amanecer recorriendo de nuevo el pueblo, su olor a leña era perfecto para abrir el apetito, asi que como final para la ruta, que mejor que coger el coche e irse a desayunar a Pedraza unas buenas tostadas .... y asi hicimos, pudiendo recorrer Pedraza,
Ser felices
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