La combinación de pollo y frutas creo que siempre resulta un acierto. En esta ocasión acompañado de naranjas y bañado en una salsa de zumo de naranja y limón con el toque dulce que aportan las especias que utilizamos resultó un plato diferente, ligero y lleno de sabores. Para acompañar batata frita.
Pensando en él mientras escribo creo que para la próxima semana volveremos a repetirlo….
Ingredientes:
Dos pechugas de pollo
1 batata
1 naranja troceada
Zumo de una naranja y limón
Ralladura de naranja y limón
½ Cebolla, 1 pimiento verde
Ajo, Jengibre, Canela
Sal, pimienta y aceite y vinagre de Módena
Primero y unas horas antes de hacer el guiso vamos a macerar las pechugas de pollo. Para ello dispondremos en un plato hondo y bañaremos con zumo de naranja y limón. Además espolvoreamos con dos especias dulces: jengibre y canela. Dejamos reposar hasta el momento de preparación.
Ahora, ya ha llegado el momento de preparar la cena. Nos echamos un vinito blanco bien fresco y comenzamos la elaboración.
Pelamos la batata, la cortamos en trozos y la ponemos a freír con un poco de aceite en una sartén.
Mientras vamos cortando la cebolla, el ajo y pimiento y rehogamos con un poco aceite. Una vez tengamos los ingredientes bien rehogados vamos a poner las pechugas de pollo y una naranja cortada en trozos. Salpimentamos. Dejamos que se hagan un poco y cuando comiencen a dorarse echamos todo el zumo que han soltado en el proceso de maceración. Dejamos que reduzca un poco en la sartén a fuego lento. Vamos precalentado el horno
Vamos preparando una vinagreta de cítricos: en un bol pequeño ponemos un poco de aceite, crema balsámica de módena y la ralladura de limón y naranja.
Dejamos que termine de hacerse en el horno durante unos cinco-siete minutos. Tiempo que aprovecharemos para tomarnos un buen aperitivo de queso bañado, esta vez, con un buen vino tinto.
Solo queda Disfrutar!!!!!!!
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