Ya el año pasado por estas fechas intenté hacer las rosquillas típicas de San Isidro. El experimento no salió bien. De hecho el resultado final se parecía a cualquier cosa menos a rosquillas, ni en la forma, ni en el sabor, ni en la textura….Este año, he vuelto a intentarlo, pero como siempre no he seguido ninguna receta concreta, sino que he leído varias y después he hecho una mezcla de todas con aportaciones propias. Tampoco este año diré que son iguales que las rosquillas de santo, pero sí se le parecen más y sobretodo y más importante es lo ricas que quedaron. Las próximas probaré a hacerlas de chocolate y no pienso esperar a Mayo del año que viene para ponerme a ello…..
INGREDIENTES
Rosquillas
3 cucharadas de aceite
Piel de un Limón
180 gr. De harina
2 Huevos
2 cucharaditas de anís en grano
70 gr de Azúcar moreno
Chorro de ron (no tenía anís)
Glaseado
3 Claras de huevo
50 gr Edulcorante en polvo
Zumo de 1 limón
MODO DE ELABORACIÓN
Poner a calentar 3 cucharadas de aceite con la piel del limón para aromatizarlo durante unos 7-9 minutos a fuego medio. Reservar y dejar templar.
Tostar el anís en grano en una sartén, con cuidado que no se queme. Después machacar en un mortero y reservar.
Batir los huevos con el azúcar hasta obtener una masa homogénea. Añadir el aceite templado y los granos de anís. El chorrito de ron (tenía que ser anis, pero no tenía así que improvisé con otra bebida alcohóica).
Añadir la harina poco a poco, la que vaya permitiendo. Una vez tenemos nuestra masa (debe de quedar una masa más bien dura, no pegajosa y manejable), envolvemos en papel transparente y dejamos reposar en la nevera durante media hora.
Precalentar el horno a 180º.
Una vez pasado el tiempo, sacamos la masa y vamos haciendo forma de rosquillas que iremos pasando a un papel de horno. Horneamos unos 20 minutos.
Mientras podemos hacer el glaseado. Montamos las claras a punto de nieve muy fuerte. A mitad del proceso le añadimos el edulcorante y el zumo de limón.
Cuando haya pasado el tiempo de horneado, sacamos las rosquillas y dejamos templar antes de cubrirlas con el glaseado. Cuando estén más bien frías pasamos la parte superior de cada rosquilla por las claras montadas con el zumo de limón y el edulcorante, volvemos a colocar en la rejilla de horno y horneamos otros 10 minutos aproximadamente.
Pasado el tiempo, sacamos del horno y esperamos a que se enfríen para probarlas (yo no pude esperar y como siempre me pasa me queme por impaciente).
Como he dicho antes aunque el resultado no es exactamente el mismo que el que pretendía en un primer momento, sin embargo, me quedo con esta receta para volver a hacerla ya mismo. Con las proporciones que usé salieron unas 10-12 rosquillas no demasiado grandes. Para la próxima usaré un poco más de cantidades porque duran unos dos o tres días sin ponerse duras.
A DISFRUTAR DE LAS FIESTAS, DE LOS DULCES TÍPICOS DE CADA LUGAR Y DE LA VIDA EN GENERAL!!!!!
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